Desde la infancia se adquieren hábitos, algunos de los cuales son normales en este periodo y después comienzan a desaparecer, pero su persistencia puede llegar a ser perjudicial interfiriendo en el desarrollo musculo-esquelético facial y provocar diversas alteraciones:
⮚ respiratorias;
⮚ del habla;
⮚ alimentarias;
⮚ dentales (apiñamiento, maloclusión, etc.);
⮚ y del aprendizaje.
⮚ sociales y emocionales.
Estos hábitos orales en la primera infancia son considerados como parafunciones nocivas para el crecimiento y desarrollo de las estructuras tanto como para la evolución de las funciones.
Las parafunciones son funciones exacerbadas con fines no nutricios en donde la actividad neuromuscular es constante y repite un aspecto o parte de la función completa. Se caracterizan por ser una acción repetitiva asociada a la deglución, succión y masticación. Se reúnen en dos grandes grupos:
✔ Relacionadas con la actividad de morder, roer y masticar:
✔ aprietes y mordisqueos;
✔ rechinar o bruxar;
✔ masticación viciosa;
✔ entre otras.
✔ Relacionadas con la actividad de succión:
✔ Uso prolongado de chupete y mamadera;
✔ succión digital;
✔ succión del labio;
✔ succión de mejillas;
✔ entre otras.
La gravedad de las alteraciones depende de la edad en que el niño comienza a desarrollar el hábito, la intensidad, duración y frecuencia con la que se realiza.
Es muy importante una detección precoz de estos hábitos orales durante la infancia, porque la gran mayoría de las disfunciones estomatognáticas son debido a estos hábitos.
Cátedra Patologías y Terapéutica Fonoaudiológica del Habla.
Escuela de Fonoaudiología.
Facultad de Ciencias Médicas.
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