Como cada 25 de noviembre recordamos a las hermanas Mirabal y en su lucha, a todas las mujeres e identidades feminizadas que todos los días atraviesan y resisten situaciones de violencia en razón de su género.
La violencia contra las mujeres constituye una problemática de derechos humanos y de salud pública que atenta contra el bienestar integral de mujeres y niñas en todo el mundo.
En Argentina, esta realidad no cesa, y en el contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio se ha agravado. En lo que va del año ya se registraron 265 femicidios que se llevaron la vida de mujeres jóvenes, estudiantes, trabajadoras, amigas, hijas, madres, hermanas…
Para vivir libres y sin miedo necesitamos dar batalla contra la violencia machista en todos los ámbitos. Una intervención adecuada es clave para visibilizar, prevenir y sancionar estas situaciones, promoviendo espacios más igualitarios y con perspectiva de género.
En esa tarea, aprender a escuchar, detectar e identificar la violencia nos convoca al compromiso colectivo de enfrentarla en todas sus formas y modalidades para que #NiUnaMenos deje de ser una ilusión.
Como aquellas mariposas, hoy seguimos juntas, rompiendo el silencio, para derrumbar los cimientos de esta realidad que tanto nos duele.