A nuestra compañera, María Lilia Rabasedas
25/04/1972 – 22/01/2023
María Lilia Rabasedas, compañera NoDocente de nuestra Casa de Altos Estudios, ingresó en marzo de 1994 a la Cátedra de Ginecología, para en el año 2003 comenzar a cumplir funciones en la Sección Egresos del Departamento General Registro de Alumnos.
Con el pasar de los años se hizo de una vasta experiencia en uno de los procesos administrativos neurálgicos y estratégicos de la institución como lo es el trámite de egreso de las y los estudiantes de las Carreras de grado de Medicina, Licenciatura en Enfermería y Licenciatura en Fonoaudiología y de los distintos Posgrados, siendo en noviembre del año 2022 designada en el tramo superior de la Carrera Administrativa, en un meritorio acto de reconocimiento a su trayectoria.
El día 25/04/2023, en el día de su cumpleaños, autoridades, familiares, compañeras, compañeros, amigas y amigos realizaron un sentido homenaje con el emplazamiento de una placa recordatoria en el frente de la Sección Egresos donde quienes hicieron uso de la palabra evocaron el profesionalismo, la capacidad, el compromiso, la pasión y el esfuerzo inclaudicable en el desarrollo de sus tareas incluso frente a las restricciones sanitarias.
Por último, y a modo de reflexión queremos compartir el siguiente cuento cuyo desenlace nos remite al indeleble legado de nuestra compañera:
El precio más alto
El amo de la joyería estaba tras el mostrador mirando distraídamente la calle. La puerta se abrió y entró en la tienda una niñita que se acercó y apretó su cara contra el vidrio de la vitrina donde estaban expuestas diversas joyas y collares. Sus ojos brillaron al ver un determinado objeto.
– “¿Me puede enseñar el collar azul, por favor?”, le preguntó al joyero.
– “¿El collar de turquesas?”, dijo éste.
– “Sí, señor, ese mismo. Es para mi hermana. ¿Me podría hacer un paquete bien bonito?”
– “¿Cuánto dinero tienes, niña?”, le preguntó el hombre.
Sin dudarlo ella sacó del bolsillo de su ropa, un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Colocó el contenido de monedas encima del mostrador y dijo feliz:
– “¿Verdad que es bastante? Son todos mis ahorros. Quiero hacer un regalo muy especial a mi hermana porque desde que mi madre murió ella cuida de mí y de mis hermanos y nunca se queja. Este collar tiene el color de sus ojos.”
El joyero cogió el collar delicadamente, lo puso en una cajita y lo envolvió con gusto haciendo un hermoso lazo para acabar su paquete.
– “Toma niña. Llévalo con cuidado y que tu hermana sea muy feliz.”
La niña se fue contenta, saltando calle abajo. Aún no había acabado el día cuando una linda jovencita de cabellos rizados y unos bonitos ojos azules, entró en la tienda. Colocó sobre el mostrador la caja con el collar de turquesas y preguntó:
– “¿Este collar fue comprado aquí?”
– “Sí, señorita.”
– “¿Me puede decir cuánto costó?”
– “Ah, señorita”, repuso el joyero, “el precio de cualquier producto de mi tienda es un tema confidencial entre vendedor y cliente.”
– “Pero señor”, continuó la joven, “mi hermana no tenía dinero para comprar este collar. Porque este collar es verdadero ¿verdad?”
El hombre tomó el estuche y lo envolvió de nuevo, con sumo cuidado, devolviéndolo a la joven:
– “Señorita”, dijo, “su hermanita pagó por el collar el precio más alto que cualquier persona puede pagar: dio todo lo que tenía.”
El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la cara emocionada de la joven, a la vez que una sonrisa iluminaba su rostro. Dando las gracias, sus manos tomaron el paquete con el collar por el que su hermana había dado todo lo que tenía.
Cuento del libro “Aplícate el Cuento” de Jaume Soler y M. Mercè Conangla
Gracias por darlo todo Lili, hasta siempre…
Tus compañeras/os de la FCM