La simulación en Educación Médica es una estrategia orientada a facilitar el proceso de adquisición de habilidades clínicas, previo al contacto real con el paciente, disminuyendo la posibilidad de errores, resguardando los derechos de los pacientes.
La simulación en el Área de la Salud consiste en situar al estudiante en un contexto que imite algún aspecto de la realidad y en establecer, en ese ambiente, situaciones o problemas similares a los que deberá enfrentar durante las diferentes prácticas clínicas.

Simulación Hospitalaria

El marco teórico y conceptual de la simulación médica está centrado en el concepto de Competencias, las que van más allá de las destrezas técnicas, incluyendo al trabajo en equipo, las relaciones interpersonales y de comunicación, la toma de decisiones y conductas que minimicen el riesgo de errores médicos.
El Hospital de Simulación permite incorporar esta herramienta de aprendizaje y capacitación en un ámbito de atención y cuidados hospitalarios, contribuyendo en la adquisición de las competencias específicas instrumentales inherentes a los procedimientos clínicos y quirúrgicos indispensables en la atención inicial de las urgencias y emergencias, así como aquellos necesarios para las prácticas en salud especificados en los estándares de FAFEMP.

Papel del docente en la Simulación

La simulación es una estrategia de aprendizaje que no sustituye a la interacción con el paciente real.
Requiere de docentes dedicados y comprometidos, familiarizados con los equipos, los escenarios y la metodología, capaces de formular guías que faciliten el desarrollo de las competencias en un entorno ético y seguro, permitiendo la reflexión/evaluación ulterior.

Conducta del Estudiante en la Simulación

El estudiante debe incorporar las conductas propias del Hospital, incluyendo el uso de guardapolvo o ambo, higiene de manos, uso de guantes, manteniendo en todo momento una actitud profesional, respetando los simuladores y el orden de los materiales y equipos.